Este último martes tuve la satisfacción de asistir al Equinoccio Cultural 2010, invitada por la Secretaría de Cultural de la Embajada de España. El Equinoccio Cultural es una fiesta que organiza todos los años la Embajada de España en Buenos Aires para celebrar el espacio cultural que generan en forma conjunta ambos países, y además se otorga un premio a un actor argentino que justamente representa ese intercambio tan enriquecedor.
Norma Aleandro. EFE/Archivo Este año la distinción fue para Norma Aleandro, de madre y hermana españolas, que vivió y trabajó en España cinco años durante su exilio.
El premio fue otorgado directamente de las manos del Embajador de España Rafael Estrella, con ese estilo de perfecto equilibrio, entre el respeto y el afecto, que bien caracteriza a los diplomáticos españoles. Ví en Norma Aleandro a una bellísima mujer, inteligente, y emocionada hasta el caracú, agradeció de corazón el premio otorgado: "Nunca es un premio más, para mí representa mucho porque es una muestra de la generosidad de España y un reconocimiento por el trabajo para el puente cultural que hemos hecho tanto argentinos como españoles", declaró la artista a Efe...
"¡Está hermosa! cuando sea grande quiero ser como ella" le murmuré entre aplausos a quien estaba a mi lado, el artista plástico argentino Jorge Abot. Más allá charlaba Darín, obviamente rodeado de periodistas. Me rencontré con Esther Goris, y me puse al día con mi buen amigo Rogelio Polesello a quien no veía desde Miami, hacía más de un año. Tuve el gran gusto de conocer a Ricardo Ramón Jarne, director del Centro Cultural de España. Hernán Lombardi me saludó cordialmente, al devolver el saludo le pregunté si realmente sabía quien era yo, y para mi sorpresa me dijo que veía mi blog. Un periodista de la última página de La Nación (no pude escuchar su nombre) estaba inquieto por saber si ese señor que había estado bailando toda la noche con todo el mundo era justamente el Embajador Rafael Estrella. Sí, él mismo, le confirmé.
foto oficial: Embajador de España en Argentina, Rafael Estrella.Una noche muy linda, agradable en casi todos los sentidos, todos menos para el oído, lamentable el ensordecedor volumen de la música, si si ya sé que es así en todas partes, pero insisto, es necesario aturdir? a los que amamos la música no nos agrada aturdirnos, además un lugar con tanta gente interesante, siendo imposible comunicar una idea, y menos entender al otro, por el capricho de un DJ? es que hasta alejados del lugar destinado al dancing, teníamos que gritar para hacernos entender, por supuesto llegué a casa disfónica y confundida: ¿qué me habrá querido decir el ex-cónsul de la India con respecto a los peligros de las redes en internet?? en fin, tendré que esperar al próximo Equinoccio Cultural para enterarme...
No olviden, este sábado al mediodía nos vemos en el Tigre!